Mi hijo me preguntó… “Papá, ¿Cómo es Dios? Y yo le contesté: “alguna vez
le hice a Dios la misma pregunta”.
Señor, qué difícil y qué fácil es entenderte, pero ¿cómo explicarle a mí hijo que existes?
¿cómo explicarle que eres el todo y el nada?
¿Cómo poder encontrarte, verte y sentirte?
¡Qué difícil y qué fácil es!
Hijo, tú descubrirás como cambia tu entendimiento sobre Él; al principio lo verás en una imagen en la cruz, pero al pasar de los años entenderás que se refleja en el niño, en el joven, en el adulto, en el anciano en tu enemigo, en el enfermo, en el indigente, en el mendigo.
Hijo, parece antagónico porque está en la alegría, en la riqueza, en el sufrimiento, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza, en tu mente y en todo el universo.
Pensar que lo puedes ver en las estrellas…
¿cómo te puedo explicar?
que está en cada célula de tu cuerpo,
en tus pensamientos, en la mirada de un niño,
en el hálito de cualquier flor y en el lugar más recóndito de la tierra…
¿Cómo te puedo explicar?....
que está en el aire, en la vida en la muerte, en los reinos mineral,
vegetal y animal, pero también en el palpitar del corazón del hombre.
¿Cómo te puedo explicar?...
Que no lo puedes ver …. Pero sí admirar, no lo puedes tocar….
pero te estremece, no lo puedes oír… pero sientes que te habla y lo
recuerdas en el aroma de las flores, así como el olor a tierra húmeda.
Lo puedes encontrar en un amanecer radiante y luminoso o en el
Crepúsculo que apacigua las aguas plateadas, y mirarlo en la bóveda
celeste que nos envuelve con su manto.
¿Cómo te puedo explicar?....
que está en el momento que acaricias a un bebé, das un beso a tu
madre o miras a al ser que amas, y aun así… ¡que ironía!, no lo puedes ver.
ahora te pido que pienses siempre en Él, que te arrodilles frente
a la imagen del Señor, que le pidas perdón, agradezcas y después
duermas tranquilo porque también Él estará en tus sueños.
Germán Caballero Sandoval.
le hice a Dios la misma pregunta”.
Señor, qué difícil y qué fácil es entenderte, pero ¿cómo explicarle a mí hijo que existes?
¿cómo explicarle que eres el todo y el nada?
¿Cómo poder encontrarte, verte y sentirte?
¡Qué difícil y qué fácil es!
Hijo, tú descubrirás como cambia tu entendimiento sobre Él; al principio lo verás en una imagen en la cruz, pero al pasar de los años entenderás que se refleja en el niño, en el joven, en el adulto, en el anciano en tu enemigo, en el enfermo, en el indigente, en el mendigo.
Hijo, parece antagónico porque está en la alegría, en la riqueza, en el sufrimiento, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza, en tu mente y en todo el universo.
Pensar que lo puedes ver en las estrellas…
¿cómo te puedo explicar?
que está en cada célula de tu cuerpo,
en tus pensamientos, en la mirada de un niño,
en el hálito de cualquier flor y en el lugar más recóndito de la tierra…
¿Cómo te puedo explicar?....
que está en el aire, en la vida en la muerte, en los reinos mineral,
vegetal y animal, pero también en el palpitar del corazón del hombre.
¿Cómo te puedo explicar?...
Que no lo puedes ver …. Pero sí admirar, no lo puedes tocar….
pero te estremece, no lo puedes oír… pero sientes que te habla y lo
recuerdas en el aroma de las flores, así como el olor a tierra húmeda.
Lo puedes encontrar en un amanecer radiante y luminoso o en el
Crepúsculo que apacigua las aguas plateadas, y mirarlo en la bóveda
celeste que nos envuelve con su manto.
¿Cómo te puedo explicar?....
que está en el momento que acaricias a un bebé, das un beso a tu
madre o miras a al ser que amas, y aun así… ¡que ironía!, no lo puedes ver.
ahora te pido que pienses siempre en Él, que te arrodilles frente
a la imagen del Señor, que le pidas perdón, agradezcas y después
duermas tranquilo porque también Él estará en tus sueños.
Germán Caballero Sandoval.
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