Érase una vez una muchacha de nombre Nadia, cuya belleza atraía a todos los que la conocían. A pesar de ello, Nadia se sentía muy sola. Tras la alegría del primer encuentro con sus pretendientes, les encontraba defectos. Entonces, sentía que su amor se marchitaba y seguía anhelando su ideal de pareja ...perfecta. Un día, Nadia oyó hablar de un sabio que a todos conmovía con sus palabras. Aquella noche, decidió consultarle su problema. "Tal vez -se decía- me pondrá en el camino de ese hombre ideal que sueño". A la mañana siguiente, llegó hasta él y, tras exponerle su mala suerte, le dijo: - Necesito hallar la pareja perfecta. ¿Qué podéis decirme? Una persona como usted, sin duda, habrá encontrado la pareja perfecta.- Aquel anciano, mirando a Nadia con brillo intenso en sus ojos, le dijo: - Pasé mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Egipto, encontré a una mujer bella e inteligente, pero era muy inconstante y egoísta. En Persia, conocí a una mujer que tenía un alma buena
Nuestra naturaleza es vivir En Consciencia