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Mostrando entradas de marzo, 2011

LA PAREJA PERFECTA

Érase una vez una muchacha de nombre Nadia, cuya belleza atraía a todos los que la conocían. A pesar de ello, Nadia se sentía muy sola. Tras la alegría del primer encuentro con sus pretendientes, les encontraba defectos. Entonces, sentía que su amor se marchitaba y seguía anhelando su ideal de pareja ...perfecta. Un día, Nadia oyó hablar de un sabio que a todos conmovía con sus palabras. Aquella noche, decidió consultarle su problema. "Tal vez -se decía- me pondrá en el camino de ese hombre ideal que sueño". A la mañana siguiente, llegó hasta él y, tras exponerle su mala suerte, le dijo: - Necesito hallar la pareja perfecta. ¿Qué podéis decirme? Una persona como usted, sin duda, habrá encontrado la pareja perfecta.- Aquel anciano, mirando a Nadia con brillo intenso en sus ojos, le dijo: - Pasé mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Egipto, encontré a una mujer bella e inteligente, pero era muy inconstante y egoísta. En Persia, conocí a una mujer que tenía un alma buena

EL ARBOL CONFUNDIDO

Había una vez -en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo-, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era"... Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, - Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas-. -¿Ves qué fácil es?- -No lo escuches...-, exigía el rosal. -Es más sencillo tener rosas.. - ¿Ves qué bellas son? Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución-: -¡No dediques tu vida a ser como los demás qui

El hombre que quiso ser mujer

Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los días y que su esposa se pudiera quedar en casa. Quería que ella viera por lo que él pasaba todos los días, así que rezó: "Señor: Yo voy a trabajar cada día, durante 8 horas mientras mi esposa se queda en la casa tranquilamente. Quiero que ella sepa por lo que tengo que pasar todos los días, entonces permíteme cambiar de cuerpo con ella por un día... Amén". Dios, en su infinita sabiduría le concedió el deseo al hombre. A la mañana siguiente, se despertó como mujer. Se levantó, hizo el desayuno para su cónyuge, despertó a los niños, sacó su ropa para ir al colegio, les dió desayuno, empacó los almuerzos, los llevó al colegio, volvió a casa, recogió la ropa para la lavandería y la llevó. En el camino paró en el banco a hacer un retiro y fue al supermercado a comprar víveres. Entonces regresó a casa, guardó los víveres, hizo los cheques para pagar las cuentas y cuadró la cuenta del banco. Limpió la caja del gato y bañó a