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Mostrando entradas de mayo, 2010

A LOS CUARENTA

A LOS CUARENTA A los cuarenta cuando un hombre revisa su pasado, seguramente Debe preguntarse qué es lo que esos años vividos le han enseñado. Si he aprendido algo en la red sutil del tiempo, es la virtud de la tolerancia de la moderación en el pensamiento y en la acción, de la aceptación del prójimo. También he reconocido la gran ilusión que hay en el seguir una meta meramente material. ¡Qué satisfacción tan ligera hay en el honor temporal y en la grandiosidad mundana! Todas las posesiones materiales por las que he luchado tan arduamente significan menos que una mirada de amor de aquellos a quien amo. Sobre todo, estoy convencido de la necesidad irrevocable de Dios para cada corazón humano. No importa de qué forma intentemos escapar, perdernos a nosotros mismos en una búsqueda incesante, no podemos separarnos de nuestra fuente divina. No hay sustituto de DIOS ARCHIBALD JOSEPH CRONIN

VIGILANDO LA BARCA

Jesús anduvo sobre el agua ¡Esto es asombroso! Es un verdadero milagro, la evidencia del gran poder de Dios. Pero algo especial también sucedió en ese momento que debería de llevarnos a maravillarnos aún más. Me refiero a la compasión de Jesús y su cuidado por sus amigos. “Después de haber hecho entrar a sus discípulos en una barca, Jesús fue al monte a orar. Pero no se olvidó de ellos. Siguió vigilando. Cuando un fuerte viento levantó olas e hizo que remar se convirtiera en un pesado esfuerzo, Él vio el apuro en que se encontraban. Pronto estuvo a su lado calmando sus temores.” Marcos 6:51 Rodrigo, un amigo leyó este pasaje de la Biblia y le impresiono que Jesús vigilase la barca después de haber enviado a los discípulos a lo que sabía que pronto se volverían aguas tormentosas. Al reflexionar Rodrigo acerca de esta historia, una verdad se le hizo evidente; Jesús nos vigila mientras nos debatimos y acude a ayudarnos cuando lo necesitamos. Esta verdad cobró nuevo significad

ORACION

Señor, hazme un instrumento de tu paz. Que donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde haya discordia, unión; donde haya error, verdad; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz y donde haya tristeza, alegría. Que no busque ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar. Porque dando es como se recibe; al olvidarnos, nos encontramos; al perdonar, es como Tú nos perdonas y, al morir, resucitamos a la vida eterna. SAN FRANCISCO DE ASÍS

LEYENDA SOBRE UNA ALEGORÍA BIBLICA

Una antigua leyenda judía habla de dos hermanos. Uno había sido bendecido con una esposa e hijo, el otro no. El primero pensaba: Yo tengo una familia que me podrá ayudar cuando sea mayor, en cambio mi hermano está solo…. Voy a favorecerle llevándole una paca de trigo o avena cada noche sin que él se dé cuenta. El otro pensaba: Yo vivo solo, no necesito tantos alimentos voy a favorecerlo llevándole cada noche un bulto de cereales mientras él duerme. Así pasaron varios años en que se apoyaron mutuamente sin darse cuenta…. Una noche, ambos hermanos se encontraron a la mitad del camino. Los dos comprendieron lo que el otro estaba haciendo y conmovidos se dieron un fraternal abrazo. Dios dijo: “En ese lugar donde los dos hermanos se abrazaron quiero que sea construida mi casa. Éste es el monte del Templo de Salomón, en Jerusalén”. ANÓNIMO

LA SILLA

La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación, encontró a este pobre hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo. -¿Supongo que me estaba esperando?- le dijo. -No, ¿quién es usted?- dijo el hombre. -Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted; cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabía que venía a verlo. - Oh, sí, la silla- dijo el hombre enfermo-. ¿Le importa cerrar la puerta? El sacerdote sorprendido, la cerró. -Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. En la Iglesia, he escuchado siempre sobre la oración, que se debe orar y los beneficios que trae pero siempre esto de las oraciones; me entró por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo. Esto

LAS CUATRO ESPOSAS

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor. También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro. También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles. La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, él apenas se fijaba en ella. Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré