Y estamos aquí, tratando de compartir el Amor,
tratando de darle forma buscando su conexión. El Amor, en ocasiones lo sentimos
lejos, como si no perteneciera a nosotros, como si no tuviéramos derecho a él,
hasta que un día nos damos cuenta que nosotros mismos somos el Amor.
La voz, el sentimiento, la unidad misma, aparecen
tan pronto la inspiración le abre sus puertas al Amor, entrando a nuestro mundo
sutil, maravillando con su poder de inteligencia, sintiendo, dando así paso al
decreto, paso a paso, sentido a sentido, el Amor a todo, el Amor en todo, la
concentración del universo, todo al mismo todo, donde existe y no existe,
siempre con la nobleza de entrega, con la conciencia del Ser en acción, siempre
con verdad naturalmente siendo solo verdad. El Amor entregando el cetro de la universalidad
para con el liberar a todos los cuerpos que a de tomar, los cuerpos donde a de
morar, llegando majestuosamente a instalarse en lo puro y dejando al corazón
brillar sin nada que lo opaque, pues ha dejado de existir lo que no existe.
La
mora tiene efecto y con ella un renacimiento, el nuevo ser, listo a tratar a la
vida como vida, al ser como ser, al hombre como hombre, pues ahora tiene con que
tratar, con que cumplir, pues cuenta con todo, como el equipo mismo con el que
puede construir y así compartir para
cumplir un propósito…su propósito.
El Amor ha llegado, se ha instalado y para
siempre, como la nieve se hace una con la montaña donde habita y pasa así el
tiempo, pues se ha comprendido que lo que existe es siempre original se viva donde se viva,
verdad pura, conciencia del Ser.
Y
todo por el Amor, el que se lleva a los amigos a donde estos moren y los amigos,
son todo lo bueno que podamos conocer con una sola interpretación, donde no
existe el mal y la visión es solo una....... la que es.
Así el Amor cumple y deja cumplir, sabe
hacer cumplir, pues con poder y nobleza transforma al todo para el todo,
siempre viendo al todo como lo único,
viendo al todo como lo sencillo, viendo al todo como lo imaginable y lo
inimaginable.
Así, el Amor crece y nunca muere, porque con
su esencia da vida hacia delante, en su paso acrecenta con su acción a la
eternidad misma.
Por eso el Amor llega, porque toca en su
paso al que se pone en su camino, a quien lo buscó sin conocer el camino, solo
sintiendo el camino, a quien cree en él cómo el mismo. Y así, el Amor inspira a
quien deseé compartir su experiencia con todo su Ser. Por eso llega a un lugar
nuevo pero conocido, se entrega en unión con quien lo ha descubierto y abierto
sus puertas, siempre quedándose el Amor para entregarse, siendo el único que a
de morar para guiar todo lo que se permita guiar, el Amor llego con su hueste
de virtudes para ser disfrutadas y entregadas también unidas al Ser de quien
las porte. El Amor y el Ser, ahora juntos, unidos hoy y siempre, el Amor llego para quedarse.
Y hemos sido todo esto y más, sin haber
identificado un gran número de veces que hemos interpretado al Amor mismo en
nosotros, siendo naturales, entregados, compartidos.
Poner atención en el Amor, buscar al Amor de
manera presionada, solo retarda su llegada, debemos disfrutar lo natural,
sentirnos la naturaleza misma, y el Amor así se unirá a conciencia con
nosotros.
Diego Sámano Charles
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