Vivimos en un entorno tan influenciable, que cualquier situación externa la hacemos nuestra como si nosotros la hubiéramos generado. Pero no es así. La mayoría de nuestros pensamientos, no son nuestros realmente. Son de el entorno en que te desenvuelves.
Es importante que estemos siempre atentos a nuestros deseos.
Cuantas veces pasamos la vida luchando por algo, y al final nos damos cuenta de que realmente no valió la pena. Que todo habría sido diferente si hubiéramos hecho eso que realmente nos inspiraba hacer, pero que a mis papas, amigos o personas cercanas no les gustaba. Y nosotros por darles gusto no lo defendimos.
Hoy y todos los dias tenemos la oportunidad de confiar en nosotros y seguir lo que nos nace, lo que nos mueve.
Y entonces termina el sufrimiento, porque todo lo que emprendamos será con todo el gusto y satisfacción.
Hoy es el día. No ayer. No mañana.
La vida es ahorita.
Siente la vida en tu respirar.
Y a hacer lo que SÓLO tu puedes. Tu originalidad.
Había una vez -en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo-, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos. Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era"... Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, - Si realmente lo intentas, podrás tener sabrosísimas manzanas-. -¿Ves qué fácil es?- -No lo escuches...-, exigía el rosal. -Es más sencillo tener rosas.. - ¿Ves qué bellas son? Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, le dijo: -No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución-: -¡No dediques tu vida a ser como los demás qui...
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