Tres personas iban caminando por el bosque. Uno era un sabio con fama de hacer milagros, otro un poderoso terrateniente del lugar y el tercero, que iba detrás de ellos escuchando la conversación, era un joven estudiante, alumno del sabio. El terrateniente comentó: -Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que eres capaz de hacer milagros. -Soy una persona vieja y cansada... ¿Cómo crees que yo podría hacer milagros?, respondió el sabio. -Me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos. Esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso. -¡Ah! ¿Te refieres a eso?, dijo el sabio. -Tú mismo lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso, no un viejo como yo. Esos milagros los hace Dios, yo sólo le pido a Él que le conceda un favor al enfermo, o al ciego; todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo. -Yo quiero tener la misma fe que tú, para poder realizar los milagros que haces.
Nuestra naturaleza es vivir En Consciencia